El fallecimiento de Fernando Castro Pacheco el 8 de agosto de 2013 marcó el fin de una era para la escena artística de Yucatán. Reconocido como uno de los más grandes artistas de la región, su legado pictórico perdura como una fuente de inspiración y admiración para las futuras generaciones. En el MACAY, este ilustre legado cobra vida en la sala que lleva su nombre, donde se encuentran obras emblemáticas que reflejan su evolución artística y su impacto en el panorama cultural de la región.
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